LOS QUE QUEDAN

A las pocas horas de saber que mi hermana se encontraba desaparecida, encendi la computadora. Desesperada, busque las fotos que le había tomado meses atrás cuando experimentaba con la iluminación. Eran las más recientes, las más frontales, las imágenes que tenía a la mano.

 

En el transcurso de las siguientes semanas, cambie el texto inferior demasiadas veces, terminando en lo que presento ahora.

 

Basándome en esta imagen, obtuvo como resultado esta serie de imágenes partiendo en dos posiciones:

 

Mi familia como vícitimas colaterales de la situación.

Yo en la posición de mi familia.

Perder una hermana,

no tiene nombre.

 

Perder una hija,

NO TIENE NOMBRE.

JUNIO 2012 | JULIO 2012 | FEBRERO 2018

Retratos familiares – Fotografía digital